Una niñera es aquella persona que se encarga del cuidado de los niños, ya sea en el hogar de la familia que la contrata o en un establecimiento propiedad de la niñera. Existen varias opciones, ventajas y desventajas a la hora de decidir contratar este servicio.
Se puede contratar una niñera interna, es decir, que vive con la familia en la misma casa. Una ventaja de esa opción, es que está disponible casi que las 24 horas del día, y la atención del bebé es personalizada. No tendrá problemas al necesitar quién lo cuide los fines de semana o en las noches y el niño con facilidad, se acostumbrará a su presencia.
Se puede contratar una niñera que cuide a su hijo, únicamente para cubrir las horas de trabajo en el hogar, pero sin tener que brindarle una habitación. En este caso, se acuerdan los horarios, ya que es habitual que cuide a otros niños durante el día.
Según las necesidades y finanzas de cada familia, será o no ventajoso tener la niñera solo por horas o interna en casa. Lo importante, es que sean personas capacitadas, mayores de 18 años y que tengan mínimo conocimientos básicos en primeros auxilios y en cuidado de bebés. Para encontrar la indicada, es importante dedicar un buen tiempo a entrevistarlas; es bueno preguntarles todo las inquietudes que se les ocurran y proponerles situaciones hipotéticas que pudiesen suceder para conocer su reacción frente a los problemas.
También es importante conocer referencias de trabajos anteriores y si es posible, llevar a cabo una interacción previa del niño con ella, para observar su reacción y comodidad al respecto. Sería importante realizar un periodo de prueba aproximado de 15 días, para conocer de qué manera se desenvuelve en su labor.
